Es un hecho lo mucho que gusta en Hollywood estirar el chicle de sus éxitos más punteros, ofreciéndonos un derroche de efectos visuales, en son de una historia que muchas veces se hunde por los muchos agujeros que presenta el guión.Ahi tenemos la nueva trilogía precuélica de George Lucas, en donde nos ofreció primero una película infantiloide, otra bien ñoña, y la última que era la única decente, precisamente porque por fín contaba lo que todos queríamos que contase, eso sí, en mi opinión se contó demasiado rápido y uno se quedaba como si le hubieran arrebatado el postre cuando se estaba empezando a poner sabroso, en ello Lucas metió la pata, no supo contar como es debido el pasado de los personajes que él mismo creó, y es que en la saga starwasera se intentó estirar el chicle para las futuras generaciones, (y aún sigue estirando), y con ello el sabor se quedó por el camino.
Con STAR TREK, J.J. Abrams ha hecho lo inimaginable, convertir un producto sesentero en algo totalmente nuevo, pero sin perder un ápice de aquello que lo convirtió en una de las sagas más largas de la historia del cine.
Y es que aquí el plan no era estirar el chicle, era resucitar lo que muchos creían que era irresucitable, y el milagro se ha hecho celuloide.
STAR TREK nos presenta a los personajes de Kirk y Spock desde su infancia, hasta su llegada al puente del Uss Enterprise. No se para en detalles banales, sino que se concentra en aquellos aspectos que definen a cada personaje, hasta ir metiéndolos en una historia espectacular y épica, que hace que el espectador salga con los ojos irritados del cine, pues uno intenta evitar el pestañeo en todo momento, para no perderse el despliegue visual que inunda la pantalla.
La historia es sencilla, simple, no hacía falta tampoco entrar en complejidades que hicieran arquear las cejas al estilo vulcano. Lo importante es lo bien que está contada y es que ningún personaje sobra, ni tan siquiera el cameo de Leonard Nimoy, totalmente indispensable para la historia (lo siento Shatner, pero en esta historia no pintabas por ningún lado).
El paso de los personajes por la flota estelar, el principio de la película con el ataque de Nero y su monstruosa nave, la destrucción de un planeta que no diré, para no jorobar la sorpresa, la batalla final, el planeta helado.... Creo que no tendría sitio suficiente en el blog para hablar de todos los momentos de la película, en donde a un servidor le dieron ganas de ponerse en pie y aplaudir.
Chris Pine, a pesar de lo que muchos digan, me ha parecido un James T. Kirk escelente, hace suyo el personaje, adaptando gestos propios de Shatner a los de su propia interpretación. ¿Que parece un chulo prepotente, y con un ego descomunal? Pues sí, lo parece. Pero es que ese es Kirk, un chulillo, un "guapito de cara", con un ego más grande que la nave que capitanea, y es esa prepotencia y chulería la que siempre nos ha enamorado.
Zachary Quinto hace un Spock memorable, sublime. Hierático y emocional al mismo tiempo, sin caer en absurdos mimetismos con el Spock de Nimoy, sólo lo justo, para reconocerlo como el personaje que es, pero al igual que Pine, consiguiendo envolver su rol con características de su propia cosecha.
Del resto del cast, nos podemos quedar con Eric Bana, haciendo un malo malísimo, cumpliendo su rol al milímetro, sin dar ni más ni menos de lo que requería su personaje.
El resto de personajes, Bones (genial, muy a la altura del interpretado por Deforest Kelley), Sulu, Chekov, Uhura o Scotty correctos, en su justa medida, a pesar de no tener un protagonismo tan señalado como los dos anteriores personajes mencionados.
El único "pero" que se podría poner al argumento, es ese "feeling" romántico que se intuye hacia el final entre Spock y Uhura, pero en fin, es una licencia que se perdona. Cuando los trekkies vean la película verán que tampoco es para tanto.
En definitiva, STAR TREK vuelve, y vuelve para comerse con patatas a Lucas, un ejemplo de como el cine de Ciencia Ficción y Aventuras puede hacerse con un gran gusto, con una indudable calidad, y reinventarse a nuevos tiempos sin necesidad de demoler los pilares sobre los cuales se contruyó.
El único problema que va a tener esta película en Europa, ya que en EEUU ha sido un taquillazo, es que por acá el que va a ver una película de Star Trek es tachado de "freakie", rarito, y casi de virginal pajillero. En fin, esperemos que la inteligencia del espectador no caiga en esta estereotipia, y dé una oportunidad a un producto que es obligado verlo en cine, y si se puede en pantalla IMAX todavía más, y es que J.J. Abrams ha cruzado la última frontera, y ha permitido llegar con esta película, donde otros directores no han llegado jamás, al cine de Ciencia Ficción y Aventuras con mayúsculas.
Nota: Si alguien, después de ver la película siente curiosidad aún por saber más sobre ese "pasado-futuro" entre Spock y Nero, es muy recomendable el cómic precuela sobre esta película, editado en EEUU, y aquí traducido y puesto como descarga on-line, con un dibujo excelente, y que lejos de ser un producto oportunista fruto de una película de éxito, se convierte en el complemento perfecto de la película.
Estos son los enlaces de los 4 números:
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por Daijan.
********** (sobre 10)
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